Autor(es):
Coordinación de la Plataforma Nacional de Corresponsabilidad Social y Pública del Cuidado integrada por: CIUDADANÍA
Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública
Coordinadora de la Mujer
Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI)
Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza
Año: 2020
Edición: CIUDADANÍA
Lugar: Cochabamba
Idioma: Español

La emergencia sanitaria y la cuarentena por el COVID-19 están provocando cambios drásticos en la vida cotidiana de las personas; están mostrando las profundas desigualdades que existen en la sociedad y están evidenciando que el cuidado es la “clave” para la sostenibilidad de la vida.

Muchas familias ya experimentan la carencia de recursos para cubrir sus necesidades básicas; familias cuyos proveedores son, entre otros, hombres y mujeres del sector informal, pero sobre todo mujeres. Esta información oficial también demuestra que muchas de estas mujeres son jefas de hogar que salen a las calles para mantener a sus familias poniendo en riesgo su salud.

Además de vivir estas carencias, las mujeres enfrentan una sobrecarga de trabajo dentro de sus hogares, cuidando a niños que no están ya en las escuelas, a personas adultas mayores y a personas con discapacidad. Estas tareas del hogar no solo se remiten al cuidado de las personas, sino que también incluyen mayor esfuerzo para mantener la casa y la ropa limpias, para recoger el agua y racionar su uso, para recorrer distancias largas con el fin de proveerse de alimentos y, como sucede en muchos casos, también para realizar el trabajo remunerado que fue trasladado a casa. Estas tareas, que recaen principalmente en manos de las mujeres, se tornan verdaderamente agobiantes cuando, además, deben cuidar a sus hijos e hijas y a ellas mismas del agresor que reside en sus propias casas. El cuidado remunerado muestra un escenario similar, con mayor presencia de trabajadoras del hogar y mujeres que atienden a pacientes en centros hospitalarios y postas sanitarias.