Género
El abordaje de género como línea estratégica prioriza su vinculación con la justicia y los derechos, reorientando su contenido más allá del análisis de las brechas. Se trata más bien, de rescatar el género como aspecto no equivalente a “mujeres”, sino como una relación de poder que puede expresarse también en tensiones creativas y rescate de procesos cotidianos e historias de vida que ya en lo local, muestran la posibilidad de trabajar una visión de ciudadanía que vaya desentrañando los nexos, tensiones y la retroalimentación que se da entre violencias, ejercicio de la corresponsabilidad y lucha contra la opresión.
La ciudadanía de las mujeres en el campo de la acción pública se vincula a la problemática del cuidado y de la corresponsabilidad, definiendo su carácter político como factor que condiciona el ejercicio pleno de derechos y proyectos de vida; así mismo, expone el carácter subordinado asignado al desarrollo social frente una visión economicista y material, que aborda la pobreza desde una respuesta focalizada en el empleo y la reactivación económica. El fortalecimiento de las capacidades de las mujeres para la acción pública mantiene su carácter estratégico.
La transversalidad de género, redimensionada y recontextualizada, se plantea como una estrategia dirigida a contribuir a la justicia social, mediante el conocimiento y la acción pública. Desde la producción de conocimiento, centrándose en el contenido analítico y reflexivo de la problemática, más allá de lo descriptivo; desde la acción pública, superando el énfasis en la brecha y las visiones fragmentadas de la realidad en materia de cuidado, participación, recuperación del territorio e iniciativas productivas, abordando estos aspectos como acontecimientos político-sociales.