Territorio y medio ambiente
La línea estratégica de territorio y medio ambiente contribuye a la construcción participativa y colaborativa de nuevos espacios de convivencia sostenibles y responsables con la naturaleza y el medio ambiente. Para lograr este propósito, se trabaja de manera permanente a diferente escala (local, departamental e incluso nacional), junto a múltiples actores y escenarios diversos.
En términos territoriales y ambientales, la ciudadanía representa una alternativa de ejercicio democrático y participativo de derechos y responsabilidades, que demanda la movilización ciudadana activa y efectiva en la toma de decisiones en el espacio público. En esta perspectiva, la ciudadanía activa está orientada a contribuir al bienestar de los seres humanos en su interacción con el medio ambiente, pero también, de la naturaleza.
La agricultura agroecológica, los huertos urbanos y periurbanos, la recuperación del suelo para uso productivo, la recuperación de espacios verdes o el uso sostenible del suelo, son hechos sociales y políticos, que contribuyen a posicionar una agenda pública de problemas urgentes asociados al desarrollo sostenible.
Uno de los objetivos institucionales consiste en promover la construcción de ciudades y comunidades sustentables, a partir del ejercicio efectivo de una ciudadanía responsable.
En esta línea estratégica, la acción directa y continua con diversos actores sociales es fortalecida mediante la generación de conocimiento, a través del relevamiento de datos y la elaboración de información acerca de la percepción, actitud, conocimiento y práctica de ciudadanas y ciudadanos respecto al medio ambiente.
El nuevo conocimiento obtenido está relacionado a los temas que impulsa la línea estratégica de territorio y medio ambiente, focalizada en la dinámica de la interfase periurbana: la agricultura urbana, los sistemas alimentarios sostenibles, el fortalecimiento del tejido social, la alimentación sana y el consumo responsable.